Contenido médico
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Qué Es Cáncer De Ovario?
Dra. Araceli Mariana Gómez Estévez
El cáncer de ovario es el séptimo más común en mujeres alrededor del mundo (Zohre, Azita, Safoura, Hamid), sin embargo, entre los cánceres ginecológicos tiene, en proporción, la mortalidad más alta, a pesar de no ser el más frecuente.
Cáncer de Ovario a nivel mundial
A nivel mundial, se calcula que 4.4% de las muertes atribuidas a cáncer ginecológico son debidas a cáncer de ovario. Si bien este padecimiento tiene un origen multifactorial, es posible reducir el riesgo de desarrollarlo mejorando hábitos de cuidado e higiene personal (Zohre, Azita, Safoura, Hamid).
Cuando se nos diagnostica cáncer de ovario, descubrimos lo poco que sabemos acerca de este padecimiento. Lo mejor que podemos hacer para no descuidarnos, ni alarmarnos de forma excesiva, es buscar información confiable. Esa es una de las necesidades que queremos atender en este espacio.
Aunque en nuestro país existen instancias que trabajan para prevenir, diagnosticar y tratar este padecimiento, es imposible que el esfuerzo sea suficiente sin la colaboración de la sociedad.
¡Debemos ayudar!
El cáncer de ovario está entre los cánceres ginecológicos más comunes, y de estos tiene la mortalidad más alta. A nivel mundial, se calcula que 4.4% de las muertes consecuentes a cáncer ginecológico son debidas al cáncer de ovario.
De acuerdo a Fitch et al, en Canadá, cada mujer tiene 1 probabilidad en 70 de desarrollar este padecimiento durante su vida (Fitch, McAndrew, Turner et all). Se considera un cáncer ́Silencioso ́, ya que los síntomas iniciales son vagos e indeterminados por lo que muchas veces el diagnóstico se realiza muy tarde, cuando la probabilidad de supervivencia es cercana al 20%. (Fitch, McAndrew, Turner et all).
Sin embargo, se ha demostrado que al menos 72% de las mujeres que fueron diagnosticadas con cáncer de ovario, presentaban una media de 2 síntomas recurrentes en visitas a servicios de salud de atención primaria, previas al diagnóstico y de ellos entre 80% y 90% reportaron dichos síntomas durante meses previos al diagnóstico.
Los síntomas reportados en múltiples estudios son inespecíficos, sin embargo, implican la posibilidad de un diagnóstico más temprano al integrar un cuadro clínico completo.
Métodos de cribaje para la detección
Hasta este momento, no contamos con métodos de cribaje para la detección y diagnóstico tempranos del cáncer de ovario (Puckett et al 2018) y se calcula que hasta un 69% de mujeres, desconocían el riesgo de cáncer de ovario, hasta el momento de su diagnóstico (Reid et al 2021).
Educación Continua
Se ha comprobado que intervenciones para educar especialistas, así como profesionales de la salud de primer contacto, pueden mejorar hasta en un 23% el conocimiento sobre las mejores recomendaciones en relación con pruebas genéticas, en un 25% la seguridad para la correcta elección de un inhibidor PARP, en consecuencia hasta el 90% de los especialistas y el 84% de los médicos de primer contacto tienden a realizar cambios en su práctica profesional tras participar en actividades educativas específicas (Carranza Carzon et al 2021).
Se han observado indicios de que una mayor educación respecto a cáncer de ovario, entre otros, puede mejorar la relación médico paciente, y facilitar el diagnóstico temprano (Puckett, et al 2019). En 2013, el Instituto Nacional de Cancerología calculó que en México mueren 5 mujeres por cáncer de ovario todos los días (Gaona, Estudillo, Rubí 2014).
Alta mortalidad del cáncer de ovario
La alta mortalidad del cáncer de ovario, en contraste con su prevalencia relativamente baja, se debe a que solo un 15% de los casos son diagnosticados cuando el cáncer está confinado al ovario. Se calcula que, si lograra detectarse el 75% de los casos en estadios 1 o 2, la mortalidad podría reducirse hasta un 50% (Gaona, Estudillo, Rubí 2014).
Dra. Araceli Mariana
Gómez Estévez
Médico General
Maestra en Salud Pública
Cáncer de ovario
Dra. Araceli Mariana Gómez Estévez
El cáncer de ovario es el séptimo más común en mujeres alrededor del mundo (Zohre, Azita, Safoura, Hamid), sin embargo, entre los cánceres ginecológicos tiene, en proporción, la mortalidad más alta, a pesar de no ser el más frecuente. A nivel mundial, se calcula que 4.4% de las muertes atribuidas a cáncer ginecológico son debidas a cáncer de ovario. Si bien este padecimiento tiene un origen multifactorial, es posible reducir el riesgo de desarrollarlo mejorando hábitos de cuidado e higiene personal (Zohre, Azita, Safoura, Hamid).
Cuando se nos diagnostica cáncer de ovario, descubrimos lo poco que sabemos acerca de este padecimiento. Lo mejor que podemos hacer para no descuidarnos, ni alarmarnos de forma excesiva, es buscar información confiable. Esa es una de las necesidades que queremos atender en este espacio.
Aunque en nuestro país existen instancias que trabajan para prevenir, diagnosticar y tratar este padecimiento, es imposible que el esfuerzo sea suficiente sin la colaboración de la sociedad.
¡Debemos ayudar!
El cáncer de ovario está entre los cánceres ginecológicos más comunes, y de estos tiene la mortalidad más alta. A nivel mundial, se calcula que 4.4% de las muertes consecuentes a cáncer ginecológico son debidas al cáncer de ovario. De acuerdo a Fitch et al, en Canadá, cada mujer tiene 1 probabilidad en 70 de desarrollar este padecimiento durante su vida (Fitch, McAndrew, Turner et all). Se considera un cáncer ́Silencioso ́, ya que los síntomas iniciales son vagos e indeterminados por lo que muchas veces el diagnóstico se realiza muy tarde, cuando la probabilidad de supervivencia es cercana al 20%. (Fitch, McAndrew, Turner et all). Sin embargo, se ha demostrado que al menos 72% de las mujeres que fueron diagnosticadas con cáncer de ovario, presentaban una media de 2 síntomas recurrentes en visitas a servicios de salud de atención primaria, previas al diagnóstico y de ellos entre 80% y 90% reportaron dichos síntomas durante meses previos al diagnóstico.
Los síntomas reportados en múltiples estudios son inespecíficos, sin embargo, implican la posibilidad de un diagnóstico más temprano al integrar un cuadro clínico completo. Hasta este momento, no contamos con métodos de cribaje para la detección y diagnóstico tempranos del cáncer de ovario (Puckett et al 2018) y se calcula que hasta un 69% de mujeres, desconocían el riesgo de cáncer de ovario, hasta el momento de su diagnóstico (Reid et al 2021). Se ha comprobado que intervenciones para educar especialistas, así como profesionales de la salud de primer contacto, pueden mejorar hasta en un 23% el conocimiento sobre las mejores recomendaciones en relación con pruebas genéticas, en un 25% la seguridad para la correcta elección de un inhibidor PARP, en consecuencia hasta el 90% de los especialistas y el 84% de los médicos de primer contacto tienden a realizar cambios en su práctica profesional tras participar en actividades educativas específicas (Carranza Carzon et al 2021) Se han observado indicios de que una mayor educación respecto a cáncer de ovario, entre otros, puede mejorar la relación médico paciente, y facilitar el diagnóstico temprano (Puckett, et al 2019). En 2013, el Instituto Nacional de Cancerología calculó que en México mueren 5 mujeres por cáncer de ovario todos los días (Gaona, Estudillo, Rubí 2014). La alta mortalidad del cáncer de ovario, en contraste con su prevalencia relativamente baja, se debe a que solo un 15% de los casos son diagnosticados cuando el cáncer está confinado al ovario. Se calcula que, si lograra detectarse el 75% de los casos en estadios 1 o 2, la mortalidad podría reducirse hasta un 50% (Gaona, Estudillo, Rubí 2014).
Dra. Araceli Mariana
Gómez Estévez
Médico General
Maestra en Salud Pública